Que me quite el aliento
que hipnotice mis ojos
que penetre y complete mi alma
y nuestros latidos se hagan uno.
Eso aun no pasa, aun no llega
el vértigo fulminante a mis entrañas
ese miedo por lanzarse al vacío
y la excitación de ir cayendo
se suman a la calma de la zambullida
para volver en agitación
cuando la superficie te envuelve
entre los rayos del sol y el viento.
Ya no lo espero ni lo necesito.
Seguirá siendo parte de mis sueños
y llegara tal cual,
entre la estela de las estrellas
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